KATIA SIVARIS

KATIA SIVARIS
17 AÑOS / ESTUDIANTE DE INSTITUTO
Casa DALARAS

HISTORIA
Katia y su hermano mellizo, Lucas, fueron fruto del matrimonio de una mujer mortal con un vástago de Artemisa, quien estaba tan perdidamente enamorado de su esposa que pretendió renunciar a su naturaleza manteniendo ocultos sus poderes y alejándose de Creta para vivir con ella en Nueva York, donde la había conocido. Y aunque durante el primer año después de nacer los niños todo parecía marchar de maravilla, las cosas comenzaron a torcerse, y es que uno al final no puede escapar de su destino por mucho que lo intente. Su padre necesitaba volver a Creta, echaba de menos su hogar y algo le llamaba a volver allí, como si no pudiera mantenerse alejado durante mucho tiempo. Sin embargo, la madre de Katia no estaba dispuesta a renunciar a su casa, sus amigos, su familia y toda su vida sólo por él, asé que las cosas terminaron en divorcio. El problema llegó a la hora de la custodia, lo normal en estos casos era que la madre se quedase con los niños, pero incluso ella tenía claro que no le resultaría tan fácil criar a sus hijos debido a que no eran precisamente ''normales''. Por eso ambos padres decidieron llegar un acuerdo: los pequeños se quedarían con su madre en Nueva York hasta cumplir quince años, momento en el cual sería imprescindible que aprendieran a utilizar sus poderes, y luego irían a vivir a Creta con su padre para que este pudiera darles la educación y el apoyo que necesitarían a partir de entonces.
Entre tanto ella y su hermano pudieron llevar una vida normal, hacer amigos, ir al instituto, y a Katia se le daba de miedo ser el centro de atención, siempre rodeada de gente, convirtiéndose con el tiempo en la chica más popular de su instituto, siendo nombrada jefa de las animadoras - que más tarde dejó para entrar en el club de teatro - teniendo tras ella a cualquier chico que quisiera y manteniendo una nota media envidiable que hizo de ella estudiante e hija modelo. Por eso cuando llegó el momento de marcharse con su padre a Creta, a Katia le entró una buena rabieta de última hora, alegando que no quería dejar atrás toda su vida, a sus amigos, todo, sin embargo sabía de sobra que no tenía elección así que no le quedó otra que obedecer. De todas formas pensaba volver a Nueva York en cuanto le fuera posible, y aún a día de hoy y después de dos años, sigue con esa mentalidad, intentando escapar para volver a su vida de antes: lo de ser una semi-diosa con poderes y un bicho raro no va con ella, se le da bastante mejor lo de ser normal.
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PERSONALIDAD
Katia es posiblemente la persona más alocada que te puedes llegar a cruzar, no conoce vergüenza o timidez alguna y lo deja muy claro en su comportamiento, siempre llamando la atención, gritando, riendo o haciendo el payaso. Es habladora por naturaleza y una gran amante del sarcasmo, y aunque tiene un humor muy peculiar que en ocasiones solamente ella entiende, nadie puede quejarse de aburrirse en su presencia. Es extrovertida, inquieta, hiperactiva y alegre en extremo, de ese tipo de personas que te cansan con sólo mirarlas, además es muy impulsiva y no se le da bien eso de pensar las cosas antes de hablar; lo que se le pasa por la cabeza, lo suelta sin más, le duela a quien le duela ya que no le gustan demasiado las mentiras piadosas... Aunque por otro lado, se le da demasiado bien actuar.
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● Tiene muy claro que algún día será actriz: actuar es lo suyo y tiene el carisma y el físico necesarios.
● Le cuesta controlar sus poderes y aún no ha aprendido a transformarse.
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LULLABY
LUCY HALE